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MENTALIZARSE. PRIMER PASO

  • Armin Tamzarian
  • 24 oct 2016
  • 2 Min. de lectura

MENTALIZARSE. PRIMER PASO.

Puede sonar a sabelotodo, a obvio o populista, pero lo cierto es que como no hayas pasado este estadio…estás jodidamente perdido.


Si aun llevándolo pensado un año a día de hoy me cuestiono si hice bien o no, imaginémonos si hubiera sido de una semana para otra…


Sin duda no es fácil tener que dejarlo todo y buscarte la vida fuera, más cuando lo haces solo, cuando has dejado a tu familia, amigos, tu trabajo, tu casa,…y sin fecha de retorno.


Pero se supone que es así lo que llaman salir de la zona de confort, buscar algo nuevo y lanzarse a por ello. La verdad es que aún recuerdo esa mañana del 15 de junio recién dejado el trabajo, recién hecha la maleta y con miles de pensamientos dando vueltas a la cabeza, hambre cero, sin apetito…y eso en mi es complicado.


Podría pasarme un día entero describiendo que se me pasaba por la cabeza a cada momento, el viaje en coche a Madrid, los abrazos que recibes y el momento de embarcar. No fue excesivamente duro…al menos en mi caso. Afortunadamente los que vivimos en la UE tenemos el mayor privilegio del mundo, la libertad de poder ir a cualquier parte del mundo, ‘’sanidad’’ cubierta además de un permiso de residencia y permiso de trabajo. A día de hoy parece que lo tenemos muy asimilado, quizás no nos damos cuenta del gran derecho que tenemos. Todo esto me hacía recordar cuando mi tío hizo exactamente lo mismo hace 50 años (con una familia con 3 bocas que alimentar en España) en Limoges, Francia, eso sí, sin saber ni gota del idioma, trabajando donde nadie quería y tratándole como si fuera un perro.


Me es inevitable acordarme de una tarde de sábado del año 2002, cuando sonaba en la televisión ‘’La canción del emigrante’’, de Juanito Valderrama, las lágrimas de mi ahora difunto tío tocaban los azulejos de la casa del pueblo.


Pero volviendo a la circunstancia actual, tenía ahorros para hacer frente a varios meses, iba a casa de una familiar (a la cual prácticamente ni conocía), vivía a 3 horas en avión de mi ciudad natal y llevaba un buen nivel de idioma, que no garantizaba así como así un trabajo y menos cualificado pero ya partía con gran ventaja. El destino ya estaba elegido, lo que en un primero momento parecía ser Inglaterra, finalmente fue Irlanda: Dublín (y menos mal que no lo hice al revés)


La idea era buscar trabajo, primeramente y a ser preferible cualificado, en la misma ciudad. Era un proceso duro, iba a llevar meses y me iba a venir bien para mejorar y aprender. El tiempo iba a ser de perros, las horas de luz mínimas y el coste de vida disparatado, ¿el idioma? Con un acento extraño y una peculiar forma de hablar.


A día 16 de Junio, estaba todo por hacer pero eso sí: ya estaba mentalizado.




 
 
 

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