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LA VUELTA ESPAÑA 2015 Y RESUMEN DEL AÑO

  • Josinho
  • 26 sept 2015
  • 9 Min. de lectura

LA VUELTA ESPAÑA 2015 Y RESUMEN DEL AÑO

Josinho 25/09/2015

Ya acabó la principal ronda por etapas española, una de las más movidas de los últimos años y con más emoción, y en la que después de muchos años, volvía a las calles de Ávila con su tradicional empedrado alrededor de las murallas.

Se llegaba después de un Giro en el que Contador, si contásemos el de 2011, se imponía por tercera vez, no sin dificultades, dejando quizá mostrar que sus tiempos de dominador absoluto de las anteriores ocasiones de 2011 o en 2008 cuando su equipo fue invitado a última hora ya pasaron. Después de la exhibición del Mortirolo donde un pinchazo antes del puerto fue aprovechado por los Astana y Katusha para atacarle. Llegó a pie de puerto con 50 segundos de desventaja, como si de una cronoescalada se tratase en la que competía solo contra todos, fue alcanzando a todos y dejándoles atrás. Las últimas etapas, en especial la del “sterrato” en el Col delle Finestre camino de Sestriere, se le hicieron muy largas hasta el punto de casi perderlo. Gran actuación hicieron Aru y Landa, éste último a día de hoy, seguramente sea la gran esperanza joven española en vueltas de tres semanas. Un Giro, que como suele ser siempre, muy duro para el de Pinto. Fue líder 16 días pero no ganó ninguna etapa.

Más largo se le haría a Contador el Tour, que si cumple lo prometido de retirarse en 2016, fue su penúltima participación en la ronda gala. Se presentaba un Tour disputado con tres corredores que ya sabían lo que era ganarlo, Contador, Froome y Nibali, y además un joven Nairo Quintana que ya venía el año anterior de ser segundo y ganar el Giro. La prensa francesa, esa que con cada triunfo español se dedica a ponerlo en duda, también tenía sus esperanzas en Peraud y Pinot, segundo y tercero el año anterior, pero en 2015 sólo alguna victoria como la de Pinot en Alpe D´Huez, fue su consuelo o Bardet en La Maruienne, ya llevan 30 años sin ganar su carrera.

Un gran plantel en el que salvo Contador, todos los demás habían reservado fuerzas para el Tour. Un Tour de recorrido raro, con solo 13 km de contrarreloj en el prólogo y 28 por equipos, le hacían uno de los menos atractivos para contrarrelojistas y parecía diseñado para el colombiano de Movistar, y del que se quejó mucho Froome.

El británico pareció dejar casi sentenciada la general el primer día de Pirineos en La Pierre-Saint-Martin. Los desvanecimientos de Contador y Nibali principalmente, la fuerza de Froome y de su equipo con Thomas y Porte, parecía dejar la batalla entre los Sky y los del Movistar con el coliderazgo de Quintana y Valverde.

Si tras los Pirineos parecía clara la victoria final de Froome, quedaban aún los Alpes. Los de Unzué que debieron estar más combativos, parece que se contentaron con la posibilidad de hacer segundo y tercero en París, y más tras la retirada de Van Garderen. Nibali se resarcía en La Toussuire y Nairo le metía 30 segundos a Froome. En la última etapa de montaña en Alpe D´Huez Quintana le sacó otro minuto y 25 segundos, insuficiente quedando a poco más de un minuto en la general. Froome ganaba su segundo Tour, Quintana, mejor joven era segundo y Valverde por fin consiguió meterse en el pódium. Movistar, el único equipo Pro Tour español, ganaba también la clasificación por equipos y Contador acababa quinto tras su caída en la primera etapa en Alpes, esperemos que al próximo año no tenga las desgracias de los dos últimos. Purito se marchó con dos victorias, de gran mérito la de Plateau de Beille y Rubén Plaza con otra.

Se llegaba a la Vuelta con una gran representación. Salvo Contador que ya había hecho Giro, todos los grandes capos del Tour asistieron, incluido Froome. Pocos son los que desde que la vuelta se corre en septiembre, los que participan en la ronda española después de haber ganado el Tour, y menos aún los que hacen un buen papel, salvo Sastre, tercero en 2008, pocos casos hay.

Con una primera semana agitada con la expulsión de Nibali y el esperpento de la crono por equipos y los atropellos de las motos, un joven Tom Dumoulin, especialista contra el crono, sorprendía a todos ganando en Cumbre del Sol a Froome y cogiendo el maillot rojo. Un Froome que en Cazorla o La Alpujarra parecía que no iba muy fino, daba un golpe en la mesa demostrando que podía ganar la Vuelta.

Llegaba la etapa de Andorra diseñada por Purito, 4 puertos de primera, un categoría especial, el Collado de la Gallina, y un segunda con final en Cortals d´Encamp, hacía que muchos dijeran que era la etapa más dura de la historia de la Vuelta. Pocos ataques, Landa escapado ganó con un gran ritmo, Froome tras una caída que le fracturó el tobillo, perdía ocho minutos, Aru segundo en la etapa se ponía líder, Purito segundo a 27 segundos, y un gran Dumoulin acababa tercero en la general a 30 segundos. Nairo y Valverde tras el esfuerzo del Tour, no encontraban las piernas para estar arriba especialmente el colombiano. La general en un puño con el octavo a menos de dos minutos.

Llegaron la etapa 14 y 15, Fuente del Chivo y Sostres como finales y defraudaron mucho en mi opinión. Quizá la falta de fuerzas o los desniveles excesivos (esos muritos en los que Purito se suele lucir) que le gustan tanto a Guillén, hicieron que los favoritos no se movieran hasta el último kilómetro. Esos ataques y esas épicas desde lejos en este ciclismo de pinganillos y potenciómetros no ayudan a las locas aventuras y el control es excesivo entre corredores y directores. Misma situación en Ermita de Alba en la 16, Dumoulin administrando esfuerzos, consciente que la en crono de Burgos podría dar la estocada final y sólo perdía en torno a los 30 segundos por etapa.

En Burgos 38 km favorables a Dumoulin. Purito llegaba líder por un segundo con el italiano, mejor que él contra el crono y que si a sus 36 años quería tener aún posibilidades de ganar su primera grande, debió haber sido más ambicioso, especialmente en la Ermita de Alba donde el de Astana mostró más debilidades. Dumoulin que perdía en torno los dos minutos, cumplió los pronósticos y se hizo con el liderato, pero por tan sólo 3 segundos con Aru. Purito que ya estaba a más de un minuto, se quedaba casi sin opciones. Aru sorprendió en Burgos y quedaba aún carrera, Ávila y la Sierra madrileña aguardaban.

En Ávila tras un espectacular descenso a más de 90 por hora de Valverde bajando La Paramera, se llegaba al empedrado donde Dumoulin soltaba a todos, 3 segundos más a Aru en una de las vueltas más ajustadas de la historia.

Se llegó a la Sierra de Guadarrama en la penúltima etapa, no tendrá la dureza de Pirineos o Asturias pero siempre deja situaciones grandes, como aquella en la que Perico Delgado también ganó por aquellas carreteras la del 85 en la penúltima etapa.

Navacerrada, Morcuera dos veces, y finalmente Cotos hasta bajar a Cercedilla era la etapa que no era especialmente dura. Astana movió bien a sus hombres, Dumoulin con un equipo más preparado para los sprints de Degenkolb que para aguantar en la alta montaña, se quedó también aquel día solo como venía siendo habitual.

Aru con tan solo seis segundos decidió atacar en la Morcuera sin esperar a Cotos, sabiendo que en el último puerto de menor dureza se podría defender mejor el holandés.

Landa atacaba a pocos kilómetros y su compañero se aprovechaba mientras el líder iba cediendo metros poco a poco, se quedaba solo con la única compañía de un Nieve que poco le iba a ayudar. Llegaba a pie de La Morcuera con algo más de medio minuto de retraso que serían algo más de 40 en los primeros kilómetros de descenso. Se repuso el holandés y ya les tenía a tiro a tan sólo 10 segundos cuando acababa el descenso, cuando Aru se encontró con otros dos compañeros más. Luisle y Zeits que iban escapados y a los que el director había hecho parar para ayudar al líder se unían al grupo. Gran estrategia del equipo kazajo.

Ya era un cuatro de Astana contra uno del Giant. La diferencia crecía como la espuma y Dumoulin acababa de perder la Vuelta en el mismo instante en el que los dos Astana se unieron a Aru. Su cara era un poema y quién sabe si en Cotos, menos exigente que la Morcuera, hubiese podido resistir los ataques.

No tenía piernas decía a la llegada de meta. Un chico joven al que algunos comparaban ya al gran Induráin, exagerada comparación, fue la viva imagen de la dureza del ciclismo. Rozaba la victoria con la que nadie contaba al comienzo, solo, sin equipo, resistiendo en montaña que había y mucha, y en el último momento, cuando estaba a tan solo 10 segundos de reincorporarse, todo se iba al traste. Su cara el resto de la etapa fue un poema hasta el punto de tener casi ganada la Vuelta a perder hasta el pódium y acabar sexto, pero… qué bello es el ciclismo.

En el ciclismo es muy importante el equipo, como se vio aquel día, las piernas, la capacidad pulmonar, la salud, la alimentación, los recorridos, el clima, pero de lo que muchas veces nos olvidamos es de la cabeza. Después de tantos días, tantos kilómetros y tantas horas encima de una bicicleta, es indispensable estar centrado. Dumoulin en el descenso de la Morcuera vio que ya estaba la Vuelta perdida y los seis segundos con Aru no valían, pero le hizo hundirse hasta perder una minutada.

Su actitud, su esfuerzo y sacrificio en la alta montaña, la soledad y la leche que se llevó en el último momento como si del Atleti en Lisboa se tratase, fueron mi principal motivación para este texto. Grandezas y miserias de este deporte.

Curioso que la etapa más emocionante, que por cierto ganó Plaza con 170 km escapado y 60 en solitario, no fue la de Andorra, ni la de la Ermita de Alba, ni Fuente del Chivo, fue la de la Sierra que era menos dura. Guillén se lo debería hacer mirar y que atapas con rampas de más del 20% con ciclistas retorciéndose y sin fuerzas para demarrar solo en busca de la etapa y la bonificación y con el miedo de quedarse clavado antes de meta, no siempre son las etapas más bonitas. Al público que no le gusta este deporte, ni sabe de él y se contenta con ver los 3 últimos km estará encantado. Los que disfrutamos con gestas de otros tiempos o como la de Aru en Guadarrama, preferimos que las etapas duren un poco más.

Mención especial a Omar Fraile, vencedor de la montaña y corredor del Caja Rural, equipo que siempre da guerra en la Vuelta. Ya sólo quedan dos equipos españoles en el pelotón y solo uno Pro Tour. Lejos quedan los 90 en los que las marcas españolas apostaban por este deporte, los Banesto, Kelme, Once, CLAS Cajastur, BH, Amaya, Teka, Seur, Lotus, Vitalicio, Euskaltel, Artiach…nunca el ciclismo español estuvo tan mal en ese sentido como ahora.

Ya sólo nos queda el Mundial y Lombardía para acabar las pruebas importantes del calendario UCI. Nos queda la bala de Valverde para el Mundial. Una prueba difícil, muchas selecciones de gente de diferentes equipos que favorece la anarquía en carrera. Richmond no es un terreno que favorezca a los españoles por su escasa dureza, pero un tío que ha conseguido seis medallas, nunca nadie ha conseguido tantas en un mundial, nos hace tener esperanzas de metal y el ciclismo le debe el Arco Iris. No es favorito y no se adapta a sus características, Sagan, Degenkolb, Kristoff, Matthews, Greipel Costa, Kwiatkowski, Nibali, o los belgas, principales rivales para el seleccionador Mínguez, como Van Avermaet o Gilbert son algunos de los favoritos, pero el murciano siempre nos permite mantener esperanzas de pódium en una prueba tan dura e imprevisible. Si poco se adapta a Valverde menos aún a Purito (aún así veremos si consigue su tercer Giro de Lombardia), si los sprinters superan las tres cotas seguidas del pavé, quedará también la opción del joven Lobato. De momento Valverde ya se ha asegurado el primer puesto por segundo año consecutivo en el ranking UCI World Tour. Un corredor que gana carreras desde marzo a octubre, capaz de mantener un pico de forma altísimo durante todo el año, nadie lo hace a su nivel, disputando todo lo que corre y ganando mucho. Tercera vez que gana en las Árdenas de Lieja y la Flecha Valona, campeón de España en Ruta y que ha sido capaz de serlo también contra el crono, tercero en el Tour este año contra Nibali y Contador, ganador de Vuelta y 7 veces en el pódium. Criticar o no reconocer la clase de este corredor es que se ha visto muy poco de este deporte o que en realidad no te guste (sí Rocker Estagirita, hay vida más allá del Chava).

Por último, nuestras felicitaciones al triatleta Javier Gómez Noya. Una de las estrellas olvidadas y cuyos logros quedan eclipsados por otros deportes. Plata en Londres y cinco veces campeón mundial, el mejor triatleta de la historia. Ojalá consiga el oro en Río.

Informando al mundo, champiñon.com


 
 
 

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