La cigarra despierta
- Champiñon Punto Com
- 11 feb 2015
- 4 Min. de lectura
La cigarra despierta

12.02.2015. Armin Tamzarian.
Tema candente del que voy a hablar, Grecia. La economía en líneas generales es un tema del que me gusta hablar, del cual en ocasiones disfruto de discusiones acaloradas con Josinho, Oscar Wilde o Rocker Estagirita. Leer artículos de Expansión o algún fragmento de libro, ver la Sexta Noche y disfrutar de las ponencias de Gay de Liébana u otros economistas es algo que me agrada desde hace ya un tiempo.
Sin embargo soy consciente de lo poco que sé y de lo mucho que me queda por aprender en este tema, sobre todo por lo poco que aprendí durante mi carrera y por lo ignorante que soy para entender muchas de las cosas que pasan.
Qué está pasando, cómo se está haciendo frente a la delicada situación y por último, qué futuro depara a este pequeño país. A estas cuestiones le dedicaré unas líneas.
Como todos sabemos, Grecia es un pequeño país del sur de Europa con una dependencia del sector turístico increíble, con una industria muy pequeña y con una escasísima participación en la UE. Pese a ser un país que crea poca riqueza en comparación con Austria, Holanda o Irlanda mantiene un estado del bienestar similar al del resto de países de la OCDE. ¿Cómo es posible esto?
Con tan sólo 11 millones de habitantes y una tasa del desempleo del 26%, Grecia posee estado hipertrofiado por el gasto público que aglutina una deuda de más del 170% sobre el PIB (cuando en 2005 ya superaba el 100%,…). Y es que tal es el problema, que su gasto público supone más del 59% del PIB. Su déficit presupuestario asciende al 12.20%, el déficit de balanza comercial es superior al 11%, su prima de riesgo supera en ocasiones los 1.000 puntos básicos, siendo el rating de S&P B- y los tipos de interés de bonos a 10 años 10,44%.
Por si eso fuera poco, la presión fiscal es altísima y su economía está en deflación, al igual que en el resto de Europa. Referente al índice ‘’Doing Business’’ sobre facilidad para hacer negocios se sitúa en el ranking como país número 61º…y no hablemos de índice de corrupción…país número 69/174, ¡siendo Europa!
Claro está que el entorno del país no ayuda a la atracción de capital, y el inversor se muestra muy dubitativo respecto a este punto. Para más INRI le podemos añadir el riesgo político que augura (por ahora) el nuevo partido de Syriza.
El principal problema griego y más inmediato pasa por la deuda. Grecia ha gastado más de lo que ingresaba, incluso en los mejores años. Como se observa en los gráficos anteriores, mientras el PIB caía estrepitosamente la deuda aumentaba de forma espectacular.


Si la situación ya de por sí misma era insostenible, el nuevo gobierno tras pocas semanas en el poder ya propone aumentar el número de funcionarios, salario mínimo, reestructuración de la deuda y pedir más crédito para poder financiar el voraz hambre financiero.
Mientras tanto la estrategia del gobierno nuevo de Tsipras se basa en presionar a la UE para lograr crédito con el que financiar más deuda y gasto público para mantener los graves desajustes. Y esa estrategia consiste en la amenaza de impago a los socios europeos (Alemania, Francia, Italia y España son los países que más han financiado a Grecia).
¿Qué va a pasar finalmente? Contemplo tres escenarios posibles:
Ante una crisis de balance semejante la primera solución que da a entender Syriza es una enorme quita de la deuda. Banca rota. Solución que no sólo tiene consecuencias para los bancos alimentados por deuda soberana, sino también para la Seguridad Social, pensiones,…dando una imagen que repele la confianza inversora y por tanto la inversión directa extranjera. No hay quitas con confianza, y sobre todo sin reformas. Sin inversión directa extranjera y con la fuga de capitales que se ha dado en estas últimas semanas, permítanme ser pesimista en cuanto a generación de riqueza…
Finalmente abandonan el euro y la Unión Europea, al no cumplir con lo pactado. Seguramente con sanciones. Para intentar financiar el voraz hambre financiero recurren a la emisión de una nueva moneda, dándole a la máquina de hacer billetes para devolver lo que un día les prestaron. Superinflación. Los ciudadanos se quedan sin ahorros y las empresas sin beneficios. Todo lo que consiguieron en su día se ve reducido a cenizas. Se empobrece a la gente y lo que es peor, no se reduce la deuda. Al contrario.
Recortando gastos y bajando impuestos, haciendo reformas serias. Acabar con el abismal gasto político, reducir el gasto público sin dañar los intereses generales del país, quizás restablecer los términos de deuda donde se establezca que se devolverá hasta el último céntimo pero con un tiempo más prolongado. Replantear las leyes internas, reducir impuestos. Crear un clima de inversión favorable que recapitalice el sistema financiero. Un proceso de ajuste lento y duro pero que limpia y corrige.
Una situación dura y triste para los ciudadanos, que como en España serán los que paguen las consecuencias del despilfarro que antaño hubo, cuando éramos ricos, cuando no queríamos oír que 2+2 eran 4 y no 6.
''Aquellos que olvidan su historia están condenados a repetirla'', Cicerón.
Informando al mundo, champiñon.com
Comments