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El champiñon criticón: Breaking Bad

  • Foto del escritor: Champiñon Punto Com
    Champiñon Punto Com
  • 28 ene 2015
  • 6 Min. de lectura

¡Hola champiñones!,

Estrenamos esta nueva sección en champiñón.com, donde os vamos a hablar de nuestras películas y series preferidas y vamos a dar una crítica variada desde la óptica de varios miembros redactores de nuestra web. No nos es posible sacar una crítica cada semana ni hacerla sobre todas las series que hay en la web, por falta de tiempo o porque preferimos haber visto una serie por completo a la hora de analizarla, hay detalles que no se deben obviar durante el transcurso de la serie, evolución de los personajes, de la narrativa, director,…

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En esta primera crítica vamos a analizar la serie Breaking Bad, una muy sonada entre todos nosotros.

Armin Tamzarian

Breaking Bad es una serie que consta de 62 capítulos (2008-2013). La serie trata de cómo cambia la vida de un profesor de química de instituto en una ciudad en el sur de EEUU cuando le diagnostican un cáncer terminal. Casado y con un hijo discapacitado y una en camino, descubre que su vida ha acabado frustrada. Un talento en química inigualable eclipsado, pluriempleado con un trabajo mediocre en un instituto, se ve obligado a trabajar de lavacoches para mantener el status de una clase media fuertemente azotada en EEUU.

Esta brutal noticia le empuja a cambiar su vida drásticamente, decidiendo destinar sus últimos meses de vida a la fabricación de metanfetamina, una droga popular en EEUU, destinando ese dinero a asegurar el futuro de su familia mientras el cáncer le deje.

La serie llama la atención por la buena comunicación con el televidente. Es una serie fresca, genuina y con un guión extraordinario . Vince Gilligan consigue una serie de culto en todos los sentidos. El espectacular dominio de la narrativa engancha a cualquiera que se preste a ver un capítulo. Tampoco hay que olvidar el pedazo de reparto que tiene, caras que seguramente suenen para los cinéfilos. Si el guión es un 10, el reparto es un 11. Lejos de parecer personajes planos, se ve una clara y espectacular evolución a lo largo de la serie.

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El inicio de la serie puede parecer lento, y es cierto que en varios episodios puede considerarse que no hay acción o que apenas ocurren cosas. Sólo diálogo, se echan en falta más cambios, mas sucesos, más acciones. Pero todo esto forma parte de un guión como la copa de un pino. El diálogo es un actor importante de esta serie que no debe ser minusvalorado.

Para mi es una obra maestra donde todos los factores confluyen perfectamente hasta acabar en una serie tan lograda. Y no debo estar tan mal encaminado cuando FilmAffinity le da una valoración de 8.8/10.

Hace un año que terminé de verla y me dejó boquiabierto. El desarrollo de los capítulos te dejan con ganas de ver más. Una serie que engancha de principio a fin. Algunos monólogos de los actores deberían verse y estudiarse en las escuelas de arte dramático. Son escenas que te dejan helado y de esas que recuerdas toda la vida, como la mítica de Taxi Driver, el Sayonara baby o el caballo de El Padrino.

Valoración personal: 9.5/10

Max Power

No puedo estar más de acuerdo con Armin. Esta serie es una de las mejores que he visto, tanto el guión como el reparto están a un nivel muy alto.

Como ha dicho Armin, esta serie relata la evolución de un profesor de química de instituto que difícilmente llega a final de mes. Y digo evolución porque viendo el primer capítulo y el último de forma aislada, puedes apreciar que Walter White (protagonizado por Bryan Cranston, padre de familia en la serie Malcolm de la cual hablaremos en futuros artículos) se transforma en una persona completamente diferente.

En los primeros capítulos la personalidad de Walter White es completamente formal, es el comportamiento que puedes encontrar en cualquier padre de familia, perteneciente a la clase media, que intenta formar una buena familia, llegar a final de mes y poder ahorrar algo.

El origen del cambio es cuando le detectan el cáncer de pulmón, esa idea no se le va de la cabeza durante los primeros capítulos, no puede dormir preocupado por el legado que dejará a su familia cuando él muera.

Como solución al problema, y usando sus amplios conocimientos de química, decide sacarse un sobresueldo utilizando el talento que posee para un negocio inmoral. Pero como pasa en la realidad, el dinero fácil te impide parar obligándote a ser más ambicioso.

Ese camino que recorre, es espectacular. Finalmente conoces la parte oscura de Walter White, esa parte obscura que acaba con todos los que se interponen en su camino, bajo el pseudónimo de Heisenberg y con su sombrero alcanza la personalidad antagónica de los primeros capítulos. Un cambio de personalidad magistral por parte de los guionistas que se podría resumir en una frase clave que dice así “Yo soy el peligro”.

En cuanto al personaje de Jesse Pinkman (protagonizado por Aaron Paul, promesa del cine estadounidense), se produce también un cambio de personalidad impresionante. Comienza con el rol de joven problemático, adormecido por las drogas y emancipado a un cuchitril con sus colegas.

Pinkman seguiría con esa rutina si no fuera por la llamada que recibe de Walter White, proponiéndole ser su ayudante en la producción del perfecto cristal azul. A partir de ahí empieza a vivir las experiencias que le van haciendo madurar rápidamente hasta que en un capítulo, tras un suceso poco agradable, se da cuenta de la seriedad en la que está metido. Ese suceso le traumatiza, siendo observable en la gran interpretación del joven actor en sus ocasionales miradas al infinito sin atender al entorno. Entonces es cuando se hace consciente del riesgo que corre. Su instinto de supervivencia choca con los objetivos de Walter White llegando en ocasiones a haber una gran tensión entre ambos protagonistas.

Como anécdotas podemos decir que los personajes más “peligrosos” de la serie aparecen en algún momento con la cabeza rapada. También se sabe que el director de guión quiso matar a Pinkman en la primera temporada, pero al ver la buena combinación entre Walter y Pinkman cambió de idea. Y por último, el guardaespaldas del abogado de Walter, esa mole afroamericana de 160 kg, se queda esperando en un piso franco y no se vuelve a saber de él. Puede que fuese el único cabo sin atar de la serie.

Finalmente me gustaría dar mi valoración, se merece un 9/10.

Rocker Estagirita

La verdad que poco más me queda que añadir a lo dicho por mi compadre Armin, con lo que estoy totalmente de acuerdo. Quizás comentar que la serie consta de cinco temporadas, la primera de siete capítulos, segunda tercera y cuarta de trece y la quinta de 16, con una duración por capítulo de unos cuarenta-cuarenta y cinco minutos, los cuales para nada se hacen largos, incluso todo lo contrario, dejando siempre el final de cada capítulo una situación de incertidumbre y suspense que te lleva a querer ver el siguiente de inmediato para descubrir cómo se resuelve el asunto o qué decisiones transcendentes tomarán los protagonistas. Y por otra parte, el inicio de muchos de los capítulos es una obra de arte digna de ver varias veces.

Sí que es verdad que a diferencia de otras series, que aunque siguen una trama general los capítulos son independientes y se puede seguir la serie sin haber visto el inmediato anterior, en Breaking Bad cada capítulo es único y necesario para entender el siguiente, una pieza más del puzle para poder seguir la trama y entender todas y cada una de las decisiones que van tomando los protagonistas y los vuelcos que va dando la historia, que son muchos y apasionantes.

Y por último, algo que considero muy importante, es que esta es una serie cuyo final es impredecible. Estamos hartos de ver series que por ser limitadas en sus argumentos y giros, o por las pistas que van dando a lo largo de los capítulos, podemos predecir el final mucho antes de que ésta acabe, y si no acertamos del todo, andaremos muy cerca. En Breaking Bad todo puede pasar, nadie puede aventurarse a decir cómo acabará cada personaje, ya que aunque hay algunos más principales que otros, ninguno es imprescindible y eso hace que la serie mantenga el interés y nos haga estar pegados a la pantalla hasta el final.

Desde mi humilde opinión, doy a esta serie una nota de 9/10.

No quería dejar pasar esta ocasión para recomendaros una nueva serie, o más bien un spin-off de Breaking Bad, creado por su director Vince Gilligan y Peter Gould, llamada “Better Call Saul”, que girará en torno a Saul Goodman, uno de los personajes más populares de la serie, abogado de dudosa reputación que ayuda a Walter y Jesse a blanquear los beneficios del negocio de la metanfetamina y a solucionar problemas legales con métodos poco ortodoxos.

Aquí os dejo el tráiler:


 
 
 

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