Los viajes de Armin
Antes de nada, ¿quién es Armin Tamzarian? Armin es un chico bastante normal. Más allá de la presentación estándar en champiñón.com no deja de ser un chico de 26 años, recién titulado que vive de forma humilde en un piso de estudiantes y que se levanta cada mañana a las 8 para una jornada de trabajo de 9 horas.
Cuando sale del trabajo le gusta tomarse algo con amigos,
leer noticias, cocinar y estudiar algo de francés, que en teoría
le ayudará bastante. Un chico normal y corriente con aficiones
estándar. El fin de semana, buen momento para reencontrarse
con la novia, los amigos y la familia.
Armin nunca había sido un viajero, tan sólo un par de viajes a Italia, al mismo sitio por cierto. Tampoco es que ahora lo sea, porque el salario da para lo que da, y no permite escapadas cada fin de semana, ojala. Sólo es un chico que ha tenido algunos viajes concentrados en poco tiempo y que viaja practicando la economía de guerra (made in Josinho, por cierto), clave para optimizar al máximo los viajes. Organización y economía, ambas a partes iguales.
Un chico que pese a no tener mucho mundo, cuenta sus propias experiencias, y éstas espero que ayuden en el caso de que se pretenda visitar esos destinos o como simple reflexión, tanto si es por una práctica de voluntariado como si es para comprender la realidad exterior.
Para explicar esto volvamos atrás, a ese año 2013. Recién licenciado y con apenas 4 meses de experiencia como prácticas de empresa, con un nivel de inglés bastante flojo, consecuencia de retomarlo 7 años después del bachillerato. De repente un día decides que una experiencia internacional te conviene, casualmente ves un anuncio de prácticas de voluntariado en el extranjero y te decides a ello. A por todas. Total, otro verano en casa y sin curro no lleva a ninguna parte.
Y así fue, sin comerlo ni beberlo un día te enteras de que vas a hacer un voluntariado por 2 meses ayudando a niños y adolescentes con el inglés y a organizar actividades haciendo de monitor de ocio. Tú solo, sin conocer a nadie, en una familia de acogida y en la parte este de lo que fue antiguamente Checoslovaquia. Parecerá paradójico pero no estaba nervioso. Cada vez más, ese día de finales de Junio se acercaba.
